Publicado el Texto Refundido de las Leyes de Ordenación Comercial de Canarias

El pasado 21 de abril el Gobierno de Canarias, en uso de la habilitación que le había conferido la disposición final primera de la Ley 8/2011, aprobó el Decreto Legislativo 1/2012, de 21 de abril, por el que se aprueba el Texto Refundido de las Leyes de ordenación de la actividad comercial de Canarias y reguladora de la licencia comercial, que ahora se publica.

El texto refunde la mencionada Ley 8/2011 y las Leyes 4/1994, de 25 de abril, de ordenación de la actividad comercial de Canarias y 12/2009, de 16 de diciembre, reguladora de la licencia comercial en un total de 84 artículos y nueve disposiciones.

Tanto la Ley 4/1994 como la Ley 12/2009 han reconocido las particularidades de orden social, económico y jurídico que inciden de manera sobresaliente en la configuración de la ordenación jurídica de la actividad comercial en Canarias y las implicaciones de su régimen especial como región ultraperiférica en relación con dicha ordenación.

Así, la Ley 4/1994 señaló de manera explícita que en su elaboración se trató de incorporar las particulares circunstancias que concurren en la Comunidad Autónoma de Canarias, y que exigen un tratamiento de determinados aspectos del comercio interior, fundamentalmente en la actuación pública sobre la actividad comercial, especialmente en lo relativo a la reforma y modernización de las estructuras comerciales, el control de los operadores económicos que intervienen en esta actividad, las previsiones de ocupación de suelo y demás aspectos que incidan en el denominado "urbanismo comercial".

Y en la misma línea, la Ley 12/2009 ha advertido la relevancia del severo condicionamiento que genera la condición ultraperiférica, que implica costes adicionales a la actividad comercial, todos ellos vinculados con una serie de dificultades tales como el tamaño reducido de los mercados, el aislamiento con respecto a los mercados principales, el déficit de economías de escala en la producción y la necesidad de las empresas de disponer de existencias importantes, la duración reducida de la amortización de bienes, los costes adicionales de abastecimiento de energía, los déficit de acceso a conexiones de alta velocidad o la dificultad de organizar la promoción de los productos locales fuera de la región.